Nuestra ilusión diaria es el aprendizaje del niño mediante su felicidad.
Si un niño es feliz en la escuela, es más fácil motivarle para que quiera aprender, conocer y desarrollarse como persona que es.
¿Cómo lo hacemos? Ofreciendo espacios de juego donde el niño/a escoge libremente donde le apetece más estar en cada momento y proponiendo siempre nuevas propuestas que les motive a probarlo. Proporcionar juegos individuales y/o colectivos en los que los niños y niñas puedan experimentar, manipular e imaginar hasta llegar a la propia acción. Los niños y niñas con la experimentación libre del espacio natural y social que les rodea despertarán todos sus sentidos.
Se plantean actividades educativas, aunque se adaptan al nivel madurativo de cada pequeño/a, ya que cada uno de ellos, decide hasta dónde puede y dónde quiere llegar con lo que se le ofrece.
El juego en un niño es innato y le gusta, pues hagámoslo feliz en la escuela jugando todo lo posible, por eso las actividades están pensadas mediante el juego, así favorecemos la observación y la propia curiosidad de cada niño y niña. Para desarrollar estos juegos ofrecemos actividades y materiales diversos potenciando que el niño los utilice descubriendo por sí mismo como medio de nuevos aprendizajes.
Se intenta que la relación entre alumnos y educadores sea lo más familiar posible, a fin de establecer un clima acogedor y cómodo para todos/as.